domingo, 26 de agosto de 2012

«Importa muy poco el saber qué es lo que se va a decir, si no se puede hablar con facilidad y con elegancia. E incluso esto no es suficiente; lo que se dice debe realzarse con la voz, la fisionomía y el gesto. ¡Y qué necesaria es la teoría! Sin ella, aunque la misma naturaleza sea de ayuda, no se podrá tener, sino por casualidad, una buena elocuencia y esto, raras veces».

Cicero in Bruto c.29. Quid dicam opus esse doctrina? Sine qua etiam, si quid bene dicitur, adiuvante natura, tamen id, quia fortuito fit, semper paratum esse non potest.

Cicerón, Bruto, 111.1-111.4, ed. Malcovati. Traducción de Juan Antonio Ayala, México;1966, p.33. En: Doménech, Soria y Conte (2011), La expresión de las pasiones en el teatro del sigo XVIII. Fundamentos. Página 217.

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