martes, 11 de febrero de 2020

Resistencias al aprendizaje

Tras observar las muestras de los diversos cursos en la ESAD, me ha llamado la atención poderosamente la repetición de patrones personales en escena. Hábitos vinculados al reconocimiento y la identidad de la persona que van a determinar su estilo de aprendizaje, y que perduran a lo largo de la formación. Pero que también plantean resistencia al cambio, a la adquisición de las técnicas disciplinares que necesariamente han de convertirse en nuevos hábitos. 

Así, el foco en la didáctica del habla escénica se traslada poco a poco de las técnicas a los hábitos, identidades y creencias que se les oponen. 

El asunto remite sin duda a cuestiones muy amplias pero decisivas: ser o hacer, expresión o técnica, creencia o conocimiento, subjetividad y objetividad, talento (providencialismo) o formación... No son cuestiones tan abstractas: determinan muy directamente las motivaciones por las que cada persona está en la ESAD, sus actitudes, sus acciones y su aprendizaje.

Cada persona posee en su particularidad una riqueza indudable e irrenunciable en la creación artística, pero: ¿qué ocurre cuando se convierte en el foco de resistencia?

En el habla escénica podemos reconocer esos patrones en varios niveles:

  • El uso del cuerpo, y la postura: tensiones musculares que con frecuencia acaban siendo estructurales. Determinan el movimiento, la respiración, el uso de la laringe, de la resonancia y la articulación.
  • La respiración: siempre es personal, pero no siempre resulta útil para las condiciones y necesidades de la actuación, de la voz, y del habla. Sobrepresión, jadeo, pérdida de calidad tímbrica, elisiones (sonidos, sílabas y palabras), pérdida de inicios o finales...
  • La voz: identificación con calidades vocales y niveles tonales concretos; autoimagen vocal de la persona que resiste o determina al personaje.
  • El habla: la parte más vinculada a la cultura, al pensamiento, a la socialización. Los hábitos afectan a la articulación, al débito, la pronunciación (el acento regional, nacional o sociocultural, como foco identitario de resistencia al cambio), la entonación. Así aparecen resistencias al estilo de cada texto o espectáculo.


¿Debemos primero poner la atención en los focos de resistencia al aprendizaje?